Había una vez un pajarito que vivía muy feliz en la copa de un árbol, cuando de pronto empezó el invierno y la nieve no cesaba de caer, era tan insoportable el frio que lo obligó a dejar su hogar y tuvo que migrar en busca de un lugar mas cálido. El pajarito voló y voló en medio de la tempestad y el invierno hasta que ya no pudo más y se congeló completamente.
De casualidad pasaba por ahí una vaca que buscaba comida, mientras comía empezó a ensuciar justo el lugar donde se encontraba el pajarito congelado dejándole un regalo mal oliente, pero como era caliente el pajarito sintió el calor y empezó a descongelarse poco a poco. El pajarito sintió el calor y empezó a mover sus alas, para este entonces la vaca ya se había ido.Mientras el pajarito empezaba a cobrar sentido, pensaba en la maldad de la vaca que se había ensuciado encima de él y para colmo ni le pidió disculpas. El pajarito trato de limpiarse pero aun estaba débil y no podía.
La moraleja de esta historia es que no siempre el que te ensucia es tu enemigo y no siempre quien te limpia es tu amigo.

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